El corrido tumbado, ese fenómeno musical que ha conquistado las plataformas de streaming y la escena del regional mexicano, se enfrenta a un nuevo obstáculo. En esta ocasión, el gobernador de Nayarit, Miguel Navarro, quien comparte la misma ideología política que la presidenta Claudia Sheinbaum, ha decidido dar un paso controvertido al prohibir la difusión de este subgénero en actos públicos. Este decreto se une a las acciones previas tomadas por otros mandatarios de estados como Baja California, Chihuahua y Quintana Roo, quienes ya habían optado por restringir las canciones que exaltan la «cultura del narco».
El corrido tumbado, que fusiona el regional mexicano con rap y hip hop, ha logrado alcanzar la cima de las listas de popularidad, destacando a artistas como Peso Pluma, quien recientemente alcanzó los 45,5 millones de oyentes mensuales en Spotify. Sin embargo, su éxito no ha estado exento de controversias, debido a las letras que celebran la vida criminal y el narcotráfico, temas que algunos consideran nocivos para las nuevas generaciones.
A pesar de esta prohibición en Nayarit, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, se ha desmarcado de la medida, afirmando que no está de acuerdo con la censura. La mandataria resaltó su firme defensa de la libertad de expresión, aunque también reconoció la responsabilidad de los artistas de abordar temas como «el amor, la paz, la felicidad y el desamor», sin glorificar la violencia, las drogas ni la discriminación hacia las mujeres.
El gobernador Navarro justifica su decisión afirmando que los corridos que glorifican el delito pueden tener un impacto negativo en la conducta de los jóvenes, por lo que ha ordenado operativos para vigilar el cumplimiento de esta medida. En su decreto, también deja claro que los permisos para conciertos pueden ser suspendidos si los artistas interpretan este tipo de canciones en actos públicos.
Es importante recordar que en 2024, Peso Pluma, el máximo exponente de este género, se alzó con un Grammy por su disco Génesis, pero su participación en el Festival de Viña del Mar fue cancelada tras las controversias generadas por sus letras vinculadas al narcotráfico. Esta situación incluso desencadenó amenazas contra el cantante, dejando claro que el corrido tumbado sigue siendo un tema candente en la opinión pública.
Mientras algunos defienden la libertad creativa y artística de los músicos, otros consideran que este subgénero tiene un impacto negativo en la sociedad, en un país donde la violencia criminal sigue siendo un flagelo. Sin lugar a dudas, el futuro del corrido tumbado continúa siendo incierto, pero su influencia en la cultura musical y en las plataformas digitales parece seguir en ascenso, desafiando las fronteras de la política y el entretenimiento.